viernes, 25 de abril de 2014

La iaia - "L'ós"

Aquí tenemos dos historias sobre instintos animales. Por una parte, el animal en sí, propiamente dicho, el oso. Por otra, dos adolescentes, con sus trillones de hormonas flotando por el cuarto de estar de una casa de las que se dicen "bien". La nueva propuesta de La iaia es un brindis a la liberación, en su esencia más profunda y humana. 


Se trata de la carta de presentación del nuevo trabajo de los de Vic: "Ón és la màgia?". Tres años después de "Les ratlles del banyador", su principal seña de identidad sigue siendo la experimentación. Sólo batería y guitarra permanecen intactos; el resto, una gama muy diversa de instrumentos a la caza y captura de la sorpresa sonora. Si lo hace Beck nos deshacemos ipso facto en elogios; pues con La iaia lo mismo. Y, además, con letras repletas de ingenio, con un surrealismo de andar por casa de obligada parada para los que gustan de ésto que llamamos música popular (en su esencia más urbana, moderna y, si se quiere, industrial). He aquí una perfecta confluencia entre el audiovisual y la música.


"Diuen que si escoltes aquesta cancó 
et transformes en un ós
que el cel es torna groc groc 
i et surt pèl per sobre del teu cos
que és en aquest moment 
quan comença a transfromar-te
quan comença a transformar-te

I de cop el cel es torna groc
i et surt pèl per sobre del teu cos,
et sents lliure como un ós al bosc
i tots els teus amics són animals petits 
i tu només vols transformar-te
tu només vols transformar-te

I tots junts flotem contents pel bosc
entens l'univers per primer cop
la gent són ossets petits
i surt el sol de nit
i sóc un ós feliç
que no pot parar de ballar 
tan lliure enmig del bosc"

martes, 22 de abril de 2014

The Chameleons - "Up the down escaletor"

El 1 de mayo en Madrid; al día siguiente, en Barcelona. Los supervivientes del grupo de Middleton regresan a España para "presentar" las canciones de su primer disco, Script of the bridge. Se trata de una nueva forma de lo que llamamos remember. Ya no nos basta con fiestas remember, con canciones remember y programas de televisión y radio muy remembers. Tampoco nos basta con listas en Internet de 'Los 20 mejores grupos de..." o 'Los cien mejores vídeos....'. Ahora vuelven los compositores, tocados por la edad, a cantar aquellas canciones, las de un tiempo que marcamos con el adverbio 'entonces'. Hemos entrado en la era del recuerdo...que no está mal, pero centrémonos. Olvídemonos de bazofias pretéritas. Recordemos lo bueno. 


En 1983 publicaron uno de los discos míticos de la década. Lo primero, por la perfecta conjunción de sus cuatro elementos: bajista con voz profunda, dos guitarras independientes y una percusión potente; lo segundo, por sus textos, impresionantes, tan poéticos como reflexivos. Impresiona escuchar todavía aquello de "There must be something wrong, boys" ("Algo va mal, chicos"), sobre todo por su actualidad. The Chameleons tomaron el punk como punto de partida, pero en lugar de hacer una crítica radical al sistema, decidieron cuestionarlo sin esconder un pequeño aliento de esperanza.

"They tell me that tomorrow will never arrive
but I've seen it end a million times"

En el marco de la Guerra Fría, este himno de los ochenta suena en este presente nuestro más inmenso que nunca, incluso un poco más épico... y más aterrador, sobre todo cuando compruebas que las formas han evolucionado con los años, pero la esencia de denuncia sigue intacta, congelada.




domingo, 20 de abril de 2014

Radio Futura - "El canto del gallo"

Una de las señas de identidad de aquellos Radio Futura de los ochenta era la originalidad, y se basaba en dos razones: la primera, la tan repetida intención de crear un rock hispano; la segunda, unos textos inusualmente literarios en el ámbito de la cultura popular, rebosantes de figuras retóricas y de gran calidad poética. Su obra cumbre, La canción de Juan Perro, tenía la peculiaridad, además, de situar la temática de algunas de sus canciones en el Realismo Mágico, en ese sello literario impulsado, entre otros, por Juan Rulfo o el recientemente fallecido Gabriel García Márquez. 


Hace unos meses ya hablamos de "Lluvia del porvenir", de Juan Rulfo. Situaba la acción en un espacio irreal, extraño, repleto de almas que divagaban por los rincones de la muerte sin posibilidad de descanso. Era Comala. En cambio, en "El canto del gallo" los hermanos Auserón apostaron por un cuadro más amable, ahora en Macondo. Inspirado por el gitano Melquiades de "Cien años de soledad", un músico ambulante llega a un pequeño pueblo en fiestas donde se ve envuelto en un pequeño altercado sin la menor importancia.


"La canción de Juan Perro" y, en general, el universo Radio Futura, gira alrededor de la obra de Gabo, y lleva a la modernidad sonora los relatos del colombiano, entre la realidad y la magia. El espacio en el que se sitúan las historias, más cercanos a la desolación que a la esperanza, se convierte en personaje más dentro de un cosmos literario de transeúntes inolvidables. Otro que se va (y ya van varios).


viernes, 18 de abril de 2014

Giorgio Bassmatti - "Dj invitado"

Hoy hablamos de profesiones de riesgo. Pero no entremos en tópicos, es decir, médicos apaleados por pacientes, maestros humillados por padres y alumnos, autónomos que se las ven y se las desean para pagar y, lo peor, para cobrar... Hoy le toca al discjockey. 


Profesional minusvalorado donde los haya, y en un país como España todavía más, padece por partida triple...y el resto del mundo, sin saberlo. Por una parte, el público desagradecido pongas lo que pongas; por otra, el jefe inquieto con la sala medio vacía (o medio llena); por último, la eterna novia esperante al otro lado de la barra. Alguien tenía que dignificar semejante tedio, y en este caso fue Giorgio Bassmatti, con un tema perteneciente al miniLP "Apropósito" (2010), quien se atrevió a conciliar oda y caricatura en honor a aquéllos que se encargan de la música.   


Está claro que tiene nuevo trabajo, ahora con Yon Vidaur, y que se titula "Melodías concertantes"; y también que lo más lógico sería que habláramos de las canciones inéditas. Sin embargo, pasado casi un lustro esta canción sobre las aventuras y desventuras de un discjockey de garito sigue resultando, simplemente, deliciosa. Con la suma apropiada de ingenio, humor y sencillez, el músico vasco realiza un retrato encantador sobre esa curiosa fauna nocturna y noctámbula que deambula por las oscuridades lúdico-festivas entre la esperanza y la desazón. Con otras palabras, entre la clase magistral y la más dura de las realidades (culturales). Atentos a la letra. 


"Dj invitado 
con su bolsa de discos en la mano
en la sala de un lugar 
en el que no quiere estar

Limpia sus vinilos
y saluda a los conocidos 
pone las canciones 
de sus grupos preferidos 

Mira la gente
esperando la corriente
que le empuje a poner temas
que nadie quiere escuchar

Quién me mandaría a mí
decir que sí
ser el misionero
en esta tierra tan febril 

Dj invitado
no habrás cogido los discos de tu hermano?
ese animal social
seguidor de Chambao y Amaral

Pincho a los Espanto o
mejor les pongo a Los Panchos?
meto a los Killers
por lo que Anson nos dice

Quién me mandaría a mí
decir que sí
ser el misionero
en esta tierra tan febril 

Dj invitado
con su bolsa de discos en la mano
abandona un lugar
en el que nunca quiso estar

Mira la gente
esperando la corriente
que le empuje a poner temas
que todos deben escuchar

Y de vuelta a casa
los Smiths, infalibles
Hang the Dj, Hang the Dj"

martes, 15 de abril de 2014

Los Brincos - "Mejor"

Otro que se va. Esta vez Antonio Morales. El que fuera el último en llegar a los Brincos, más tarde cincuenta por ciento de Juan y Junior y, finalmente, esposísimo consagrado a la figura de Rocío Dúrcal, falleció ayer en su casa de Torrelodones (dice la autopsia). Nos deja otra figura máxima de la música, como ya ha pasado en los últimos meses con ilustres del ramo como, por ejemplo, German Coppini, Lou Reed o Paco de Lucía. 


Dejando al margen el calvario experimentado en su condición de viudo y, lo peor, la carnaza remasticada hasta la saciedad por esta telebasura tan nuestra, Junior encarnó en aquellos sesenta el afán de muchos jóvenes españoles por escuchar y sentir los sonidos de la modernidad. Antes de los ochenta y de esta actual y exagerada revisión de la Movida también había vida, aunque fuera en blanco y negro y oliera a rancio por los cuatro costados. Y quitando su etapa con Juan Pardo, aquel Morales de los Brincos formó parte de uno de los escasos grupos de la prehistoria pop en castellano que sonaban auténticos y frescos, a imitación de esos John y Paul que marcaban el rumbo juvenil en los años de la Guerra Fría. 

Los Brincos, con Antonio Morales Junior posando el tercero por la izquierda.
A manera de homenaje, este "Mejor", gran canción de desamor y decepción juvenil con la que durante años nuestros padres, sobre todo Nochebuena tras Nochebuena, nos han torpedeado cantando las excelencias de aquella década en la que el rock tenía una vena más, y esto habría que verlo, pura e inocente. Como se suele decir en estos casos...muchas gracias por todo y hasta siempre.