Qué descanso comprobar que todavía quedan sitios como este. Se llama Parque Tayrona y está en Colombia. Lugares así sirven para que uno se venga arriba entonando odas sobre playas eternas y alargadas, sobre bosques de palmeras a la vera del mar, sobre caminos y dunas, el sol amaneciente y el sol atardeciente, ... ah, y rizando el rizo, para nombrar algo muy propio de los catálogos de viajes, esto es, las aguas cristalinas, que el hecho de hablar de aguas cristalinas es un tanto engañoso, que en Benidorm, cuando hay bandera verde (e incluso amarilla) también hay aguas cristalinas.
No tiene sentido disfrutar de una canción como esta en una época que no
sea estival, pues con los fríos secos del invierno ojear un vídeo como
el de Bomba Estéreo entraña un martirio contundente. Cuánta tropicalidad. De hecho, descubrirla el verano pasado, cuando la estación estaba tocando a su fin, ya supuso un cierto ejercicio de nostalgia por lo que no había acabado pero ya estaba a punto. Lo bueno de este "Somos dos" consiste, pues, en recordarnos que lo bucólico puede saber igualmente a agua salada.