Daba San Ambrosio allá por el siglo IV toda una lección de pragmatismo: "cuando estés en Roma, compórtate como lo hace un romano". Traducido al inglés: "when in Rome, do as the Romans do". Referencia clásica para lo que ha acabado convirtiéndose en un clásico, en este caso de los ochenta.
El grupo de Manchester tomó prestada la elipsis del que fuera obispo de Milán para dar nombre a un proyecto que, visto en la distancia, devino pasajero: poco más de un par de años. Y un himno que resume una década: "The promise".
Año 1988. Dos amigos, imaginamos chico-chica, necesitan revisar su relación personal, por lo menos él. Y le propone intentar algo más. Aquí está la promesa: no se arrepentirá. Y para ello tiene que elegir las palabras adecuadas. No nos engañemos; en situaciones de este tipo no hay otra opción que recurrir a la ingeniería lingüística para, sinceramente, no cagarla. El chico, al menos, es consciente de ello:
"I'm sorry, but I'm just thinking of the right words to say
I know they don't sound the way I planned them to be
But if you wait around a while, I'll make you fall for me
I promise, I promise you I will"
Que lo consiga o que, en definitiva, obtenga el no por respuesta...eso ya es otra historia.
El grupo de Manchester tomó prestada la elipsis del que fuera obispo de Milán para dar nombre a un proyecto que, visto en la distancia, devino pasajero: poco más de un par de años. Y un himno que resume una década: "The promise".
"I'm sorry, but I'm just thinking of the right words to say
I know they don't sound the way I planned them to be
But if you wait around a while, I'll make you fall for me
I promise, I promise you I will"
Que lo consiga o que, en definitiva, obtenga el no por respuesta...eso ya es otra historia.
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