domingo, 23 de noviembre de 2014

Portugal.The Man - "Modern Jesus"

Revisemos la religión... al fin y al cabo, encaramos la directa hacia Navidad. Es un buen momento para indagar sobre ese extraño matrimonio entre rock y evangelio. Digo extraño porque, en principio, hemos caído en la trampa de entender ambos fenónemos como incompatibles, incluso antagónicos, cuando en el fondo comparten intereses comunes: entre ellos, gestionar los atisbos de protesta y convertir lo inmutable en el único escenario posible. Ejemplos hay muchos en la historia de la música popular, pero vamos a uno de los más recientes: se trata de la banda estadounidense Portugal.The Man. Del epicentro mundial del fundamentalismo cristiano surge este grupo, con un espectacular audiovisual acompañando al tema "Modern Jesus".


El título, ya de por sí, aporta pistas sobre el mensaje: no nos hacen falta nuevos dioses porque nosotros somos autosuficientes. Todo ello enlatado en un genial montaje de imágenes y escenas a manera de estampas impagables de los estados sureños. Si estéticamente la calidad es indiscutible, el mensaje se queda corto, demasiado corto, algo que ya no debería sorprendernos porque prácticamente se ha convertido en el leitmotiv de la música independiente desde que dejó de ser eso, independiente. Lo que parece una crítica a la piedra angular de la esencia americana, la religión, queda sumergida sobre capas y capas de imágenes bellísimas al son de un estribillo tan marcado como fácilmente recordable.

Don't pray for us
We don't need no modern Jesus
To roll with us
The only rule we need is never giving up
The only faith we have is faith in us 


Lo que encontramos en "Modern Jesus" es, en esencia, un producto de forma excepcional y contenido mínimo. Tenemos mucha población negra. Y pobre. Resulta que la pobreza siempre se ha cebado con ellos desde que llegaron al continente. Esos jóvenes de color se dedican a pulular por iglesias rebosantes de simbología y riqueza, por pequeños pueblos sumidos en la vida del campo; en definitiva, por infinitos descampados donde la distracción oscila entre drogas y armas como evasión a la economía rural. Jugando a criticar los tópicos, pasan por encima de ellos como si se tratara de un torero que no se atreve a matar a la bestia. Si no la matas te devolverá la cornada, seguro. 


Siete discos después el éxito les ha llegado a los de Alaska. Ahora bien, ¿qué ha pasado durante todos estos años? Pues que la etiqueta indie se ha consolidado como punto de referencia de la modernidad, concentrando la creatividad en paralelo a la evasión y a años luz del activismo. Afortunadamente, siempre quedan excepciones, cada vez más complicadas de encontrar. Lo mismito que hacen Gourley, Carothers y compañía es ejecutado, con distinto resultado, por Future Islands. La sensación, más compensada: una especie de nostalgia más próxima a la parodia que al tópico. Es de agradecer.


viernes, 14 de noviembre de 2014

The Cure - "Pictures of you"

Hubo un tiempo en que un señor llamado Robert Smith se tragó todos los tópicos del Romanticismo, hizo su digestión y, durante una década, los fue regurgitando poco a poco en una apoteósica colección de singles. Todo empezó en aquel imberbe Three imaginary boys y todo acabó, porque la verdad es que acabó, con su obra maestra, Disintegration. Lo que vino después fue como remover los cubitos de un refresco saboreado y agotado; lo bueno ya había pasado y, lo peor, estirar un poco más la inspiración se revelaba complicado. 


En aquel extraño disco de finales de los ochenta destacaba, entre un excepcional cúmulo de joyas de larga duración, la imagen de Smith observando fotografías y gestionando los recuerdos de alguien que ya sólo le servía para el agridulce ejercicio de la evocación. Las grandes obras suelen tener ese particular making of que las hace distintas a las demás y este caso no es una excepción. La banda hacía aguas. Robert Smith tuvo que separarse durante unas semanas del grupo porque un incendio en su habitación se llevó por delante buena parte de las canciones compuestas para la ocasión; además, uno de los fundadores, Lol Tolhurst, fue apartado de las sesiones de grabación por sus problemas con el alcohol. Entre unas cosas y otras el alma máter se deprime, se despeja la mente a base de cocaína y, finalmente, se escabulle de la depresión para casarse con su novia de siempre. Bueno, la verdad es que entre la nieve y el viento parece feliz.


martes, 11 de noviembre de 2014

Telex - "L'Amour Toujours"

A finales de los setenta marcaron la nueva senda desde Bélgica. Sintetizadores a tutiplén para que no faltase de nada a pie de pista; una pista, por cierto, basante animada e improvisada. Y, sobre todo, mucha ironía. Se les ocurrió ir a Eurovisión, eso sí, sin llegar al extremo de Rodolfo Chikilicuatre.


En verdad, representaron junto a Kraftwerk y Devo la democratización máxima de la máquina a finales de una década que, sinceramente, se estaba plagando de dinosaurios recién entrados en declive. Menos mal. A la belleza también se llega sorteando clavijas y cables.


martes, 4 de noviembre de 2014

Black Sabbath - "Paranoid"

Se fueron a por unas cervezas y Iommi se quedó improvisando con la guitarra. Se topó con la idea. Era pegadiza, pero la memoria es muy puta, así que decidió repetirla y repetirla una y otra vez para que no se le olvidara hasta que llegara el resto de la banda. De esta manera nació el tema "Paranoid", de un momento de iluminación de no más de media hora que llevaría a Black Sabbath a lo más alto, no sólo de las listas, sino de la historia más reciente de la música popular. Ahora se cumplen 24 años de la publicación del segundo disco de los ingleses, cuyo título inicial iba a ser War Pigs. Tenía alusiones a la guerra del Vietnam que la productora decidió cambiar a Paranoid para no herir susceptibilidades de, paradójicamente, oyentes que seguro no iban a escuchar la obra.


 Sobresale una canción sobre un tarado, sobre alguien que pide ayuda porque no está en sus cabales; en el fondo, una oda al desequilibrio que se publicó cuando el terror empezaba a hacerse hueco en los cines de todo el mundo. Al miedo había que ponerle banda sonora, y en esas que se fue gestando un género musical que volvió a la oscuridad para ya nunca salir de ella. Como suplica en primera persona el personaje, ¿alguien puede ayudarme a tener ocupado mi cerebro?