jueves, 4 de junio de 2015

La Bien Querida - "De momento abril"

Lejos queda aquella Bien Querida de guitarra azul y faralaes, que se subía a un escenario como si de un bosque se tratara y cantaba sobre trenes perdidos y golpes de estado. No hace tanto tiempo y, sin embargo, parece que hayan pasado décadas. Y sólo han sido tres trabajos. Ahora, a la cuarta, ni rastro de aquella ingenua juglaresa que con los recursos justos captaba la atención del respetable. La televisión mató a la estrella de radio, pero en este caso sintetizador dios mediante. 

Ana Fernández Villaverde cuenta ya con cuatro trabajos discográficos.

Del Romancero (2009) a la Premeditación, nocturnidad y alevosía (2015) discurre la voz, como siempre cautivadora, dulce hasta la rigidez, y un espíritu de cambio que se agradece porque, de lo contrario, el modelo se hubiera agotado al segundo suspiro. Lo que pudiera resultar un lamento por esa artista que fue y ya no volverá a ser no es un lamento, sino un elogio por su capacidad de reinvención en esta nueva fase de su proyecto.

La guitarra azulada, una de sus señas de identidad más significativas.
Porque el proyecto persevera en la misma voz cautivadora de siempre, en unas letras desde el yo y hasta el yo y, al fin y al cabo, en el ánimo por evolucionar respetando la esencia, aunque eso suponga olvidar algunos de los primeros caminos por los que transcurrieron los ya viejos pasos. 


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