lunes, 23 de febrero de 2015

Dean Blunt - "Mersh"

Ehhhhh!!.... Mmmm!!... Pufff...!! No sé por donde empezar, no sé cómo seguir y, ni mucho menos, a qué conclusión puedo llegar. Lo miro y lo remiro, a ser posible a diversas horas del día para así evitar prejuicios, vicios o malas impresiones del instante. Una cámara fija enfoca a una mujer y a un hombre, sentados plácidamente en un viejo sofá y bañados por la mortecina y rojiza luz de lo que parece un sótano. La imagen es defectuosa. Sucia y con interferencias. Se trata de Dean Blunt y una acompañante que en la "trama" emana algo cercano a la indiferencia más fumada. Pelo mojado, gafas de sol, "Miami" y piernas cruzadas: la tensión también es disfrutable.

Dean Blunt publicó en 2014 su trabajo más reciente, Black Metal,
Ritmo machacón. Oscuridad. Confusión y palabras cayendo al suelo. Todo muy gélido, incluso con la susodicha mortecina y rojiza luz, y a medida que se van sucediendo los golpes aflora un regusto a hedonismo entre el trastorno y el placer. Sí, muy extraño... y desconcertante. No sé si calificarlo de bueno o malo, agradable o incómodo, si el martilleo y la simplicidad del vídeo es digna de un iluminado u otra tomadura de pelo, una más en el vasto panorama de la vanguardia musical contemporánea. Mientras averiguamos qué sentido tiene esto, inspeccionemos de nuevo el lugar del siniestro.


viernes, 20 de febrero de 2015

Otro feliz cumpleaños imposible de Kurt

Hoy hubiera cumplido nosecuántos años. En un día tan gris como el que nos asiste nacía el que fuera líder de Nirvana, en algún lugar de la costa oeste americana y en el seno de una familia que se rompió cuando el chico estaba en el trance de cumplir los nueve años. Sus biógrafos siembre han sostenido que la ruptura marcó el resto de su vida, que no superó el cambio, etcétera, etcétera. Quién sabe hasta qué punto influyó o no, pero para que alguien se suicide dos décadas después tienen que pasarle muchas más cosas que un "simple" divorcio. 
 
El que fuera líder de Nirvana nació el 20 de febrero de 1967.
 
Lo cierto es que Kurt Donald Cobain, esposo de una señora un tanto desequilibrada y padre de una muchacha actualmente sin rumbo fijo, se crió en el húmedo frío de Aberdeen con la esperanza de salir de allí en cuanto tuviera la primera ocasión. No sé quién fue quien me dijo (imagino que sería muy lector y lo habría leído en la soledad de su habitación de postadolescente atormentado) que los sueños son peligrosos, pues "corremos el riesgo de que se cumplan". 
 
Niñez y primera (y única) madurez de Kurt Cobain.
Cada vez que irrumpe la figura de Kurt Cobain en los massmedia me viene la sentencia de este conocido mío tan desconocido, ya que encarna a la perfección una de las contradicciones más ciertas de todos los tiempos, esto es, los peligros del éxito y lo pésima que puede llegar a ser su digestión. Qué cosas.... que sus huesos sigan descansando en paz.


lunes, 9 de febrero de 2015

El extraño y misterioso caso del ojo agitante

Si yo no digo que sus voces no sean preciosas. Todo lo contrario: una sobre la otra, superpuestas, yuxtapuestas, a coscoletas, cómo sea, da igual; que sí, que emanan una paz y una quietud, diríamos, oníricas, mágicas... lo que pasa es que al minuto lo que se antojaba el temazo se convierte en una simple canción más para, segundos después, tomar el cariz de solemne tostonazo. Ese proyecto tan cacareado por la prensa musical sobre Jenny Hval y Susanna, artistas noruegas y residentes en Oslo que, visto lo visto, son el culmen de la profundidad, no lo creo merecedor de tanta loa y homenaje. Desde mi más humilde subjetividad, creo que el colectivo se ha pasado cuarenta pueblos con lo de la hiperestesia.

Susanna Wallumrød y Jenny Hval. Foto: Andreas Ulvo
Y si le echamos un vistazo (nunca mejor dicho) al videoclip, la propuesta entra en lo que se conoce como una olímpica tomadura de pelo. Sí, lo repetiré para que quede claro: una grandísima e inmensa tomadura de pelo. Que Duchamp le pintara bigotes a la Gioconda tenía su sentido con la Primera Guerra Mundial recién terminada. Los artistas querían provocar a una sociedad en la que los burgueses habían tomado el mando. No obstante, a estas alturas de la película, con la de vueltas que ha dado la creación artística en todo el siglo XX, que me digan que mover, superponer y agitar el plano detalle de unos ojos (para mas inri en blanco y negro) es sinónimo de autenticidad me parece, sinceramente, una exageración digna de alguien con el criterio de Epi (que se lo digan a Blas). Ahí va eso, y que cada uno saque sus propias conclusiones; eso sí, sin acritud.


lunes, 2 de febrero de 2015

Alado Sincera - "A los igualadores"

Definen los señores de la RAE la coherencia como "la conexión, relación o unión de unas cosas con otras". Por ahí gravita la obra de Alado Sincera. Caes en su trampa y, de inmediato, te preguntas cómo es posible que tres elementos pertenecientes a disciplinas contrapuestas se conjuguen de forma tan completa. Lo cierto es que la armazón parece firme. "A los igualadores" yuxtapone una serie de capas en la que, si suprimes alguna, el edificio se derrumba. Lo primero, el sonido. Se habla de posthardcore y, al momento, la sombra de Shellac se apodera del cuadro. Golpes y más golpes, testarazos perfectamente medidos y ejecutados, como si cada nota se perdiera en un ataque preconcebido siempre intenso y preciso. En resumen, disparos certeros y breves (el nuevo álbum apenas supera los veinte minutos). 
 
Alado Sincera publicó en 2014 su nuevo trabajo, La misma figuración.
 Lo segundo, la letra. El tono, rasgado, vehemente, se mezcla con las guitarras haciendo las veces de un instrumento más. Adivinas expresiones tales como "una, grande y libre", "fuerza nueva", "a los reconciliados" y similares, mientras el Romance del prisionero (siglo XV) subtitula, lo tercero, el festival de texturas que desfila ante nuestros ojos. En conjunto, los de Igualada ubican al mismo nivel la vanguardia anglosajona del XX y la lírica tradicional castellana con, y esto es lo extraño, la física y la química de fondo, marco incomparable (nunca mejor dicho). Decididos, quién sabe, a romper la dicotomía entre ciencias y letras, por algún sitio hay que empezar, y ellos han elegido el hardcore. Con 44 visitas registradas en youtube a finales de enero el efecto no se prevé masivo, pero qué importa. No se hizo la miel para la boca del asno.