lunes, 26 de enero de 2015

La culpa fue de Catalina

Recuerdo "Sabor de amor" con cariño. Ya sé que no era una canción para tirar cohetes, pero a finales de los ochenta cumplía con las expectativas que podía tener cualquier chaval de apenas catorce años: suaves cambios de ritmo, estribillo pegadizo y un buen texto para aprender y tararear en los espacios de ocio de la preadolescencia. Con eso nos conformábamos; con eso y con el maremágnum de sensaciones que atenazan el mundo de un joven en pleno descubrimiento del todo, con el sexo como primera y casi única estación anhelada.

Danza Invisible durante una actuación de 1985, tras publicar Maratón.
Aquel cursilísimo "Sabor de amor" formaba parte de A tu alcance (1988), elepé que nos entusiasmaba junto a "Reina del Caribe" o "A este lado de la carretera", de Van Morrison. Sin embargo, el giro hacia lo cálido no nos acababa de convencer a los más puristas (qué adjetivo tan sumamente ridículo), así que algunos decidimos ir hacia atrás, y lo que encontramos fue una banda de Torremolinos que comenzó en el punk con el nombre de Adrenalina y que concentró su mejor producción hasta 1986. Para colmo, su directo del 87 reunía las condiciones propias de una formación de esas que la crítica aúpa al estatus de mítica. Descubrí a los Doors gracias a Ojeda, Teixidó y companía, no a Oliver Stone, a quien también se lo agradezco.

Música de contrabando fue publicado en 1986.
Música de contrabando cerraba una larga lista de grandes canciones que, asombrosamente, no lograban sacar a Danza Invisible de la segunda división musical. Me sigue pareciendo impensable, sobre todo, con cimas creativas como "Sin aliento". Todavía no logro descifrar su mensaje. No sé si el personaje está hablando consigo mismo a través del tú autorreflexivo, si se dirige a alguien o si mezcla ambas técnicas narrativas generando un mensaje que logra su coherencia mediante metáforas inconexas y difíciles de resolver. Fueron demasiado maduros cuando todavía no les tocaba ser maduros. "Catalina" reveló que habían hecho el camino inverso.


"Calla y que el secreto
nunca salga de nuestros labios
de nuestros labios.
Mordiendo la manzana 
sellamos este pacto
es mágico
es lo más íntimo.
Y te preguntas 
por qué doy tantas vueltas
soy un poseso
estoy prisionero
no me conozco
algo tira de mí.

En más de una ocasión 
me habrás encontrado un poco ido
quizá trastornado.
Escúchame cómo voy a explicarte
que algo tira de mí
que algo tira de mí.

Sin tomar aliento estoy
rodeado de calor
escucha
tengo que respirar
y respirar.

Para y mírame a los ojos
y toma mís manos
coge mis manos.
Y no te preguntes por qué das tantas vueltas
no te conoces
estás prisionero
algo tira de ti
algo tira de ti.


Sin tomar aliento estoy
rodeado de calor
escucha
tengo que respirar
y respirar".

lunes, 19 de enero de 2015

A Sunny Day In Glasgow - "In Love With Useless (The Timeless Geometry in the Tradition of Passing)"

Lo siento mucho, pero se me hace muy larga. No puedo con ella. No le encuentro la gracia ni placer alguno cuando la escucho. No me gusta. Solo me atrapa al principio, pero entre tanta vocecita, tanto coro superpuesto, tanto cambio de ritmo sin sentido y, en general, tanto desconcierto, acabo aprentando el botón, y no es precisamente el del volumen. Está bien eso de la sensibilidad... me encanta la sensibilidad en su forma musical, y me siento bien cuando me pierdo en el pop más básico y sencillo, pero tal despliegue de ecos, susurros y extraños cantos de cisne resulta, como mínimo, agotador.

A Sunny Day In Glasgow, grupo procedente de Filadelfia.
Me da lo mismo que la crítica los sitúe entre los mejores de 2014. El periodismo musical me genera un respeto enorme; disfruto leyendo, ya sea compartiendo o discrepando, la opinión de los expertos, muchos de ellos en España con una excelente trayectoria y con trabajos más que contrastados. Pero que no me vengan con que el "In love with useless bla bla bla" es una de las canciones del año porque, sinceramente, es insufrible. ¿Argumentos? Me basta con uno, y basado en la experiencia personal: no la soporto.