lunes, 22 de junio de 2015

Repítemelo otra vez, Juana

La música de Juana Molina recuerda el estilismo de las mujeres escandinavas: capas y más capas finas para afrontar el frío de la calle; cuando entran en una zona interior se las van quitando una tras otra hasta quedar cómodas con una mínima blusa. Así es su música: primero suena un instrumento, inicia un ejercicio de repetición que no se detendrá hasta minutos después y, mientras, se van sumando el resto de sonidos en lo que dará, finalmente, un bucle que va alcanzando el clímax. Sin prisa pero sin pausa.

Juana Rosario Molina Villafañe, Juana Molina,  publicó Wed 21 en 2013.

La argentina, de padres más que mediáticos, se parece a los artistas que hemos ido revisando en entradas anteriores, imbuidos por la música desde muy pequeños. La guitarra marcó sus primeros pasos artísticos; la tuvo que dejar aparcada durante años porque el éxito televisivo se la comía. De hecho, le costó muchísimo quitarse de encima el rol de estrella masiva, difícil si tenemos en cuenta la naturaleza de su propuesta musical, en principio inclasificable. Como mucho, podríamos decir que es vanguardista, pero este adjetivo hace ya tiempo que se quedó cojo e insuficiente para definir a muchos artistas. Lo que más me gusta es cuando dice aquéllo de "uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete días te esperé".



No hay comentarios:

Publicar un comentario