lunes, 9 de marzo de 2015

Bowie, Clark, Arca... tres vías para desintegrar el alma a pantallazo limpio

Y el hombre decidió convertirse en Dios. Quiso crear, y para ello imaginó cientos de veces cuál era el camino más eficaz y definitivo para su gestación. Dibujó a lápiz y a pincel, elaboró miles de bocetos desde los tiempos de Leonardo, estudió la anatomía como si de un cuadro cubista se tratara y, finalmente, se topó con las herramientas (casi) más perfectas: programas de diseño aptos para inventar nuevos mundos con paciencia y, sobre todo, mucha formación.

Imágenes de uno de los videoclips de 'Love is lost', de David Bowie.
Tres nombres así lo confirman: Bowie, Clark y Arca. Tenemos a un clásico y dos modernos dotando a la imagen en movimiento de la fuerza necesaria para que pueda seguir impactando, algo más que utópico en estos tiempos de escasas palabras y exceso de pictogramas vía wasap. Del primero ya hemos hablado mucho, y en divobowie ya ni te cuento. Entre las últimas obras del incluido en la lista Falciani surgen dos figuras humanas cuyo contacto sólo servirá para, oh Dios, su desaparición. Incluso la deconstrucción de los cuerpos requiere su técnica.


En el caso de Clark  el camino se revela similar: desde la nada y hasta la nada, la evolución humana se reduce a una intensa sucesión de elementos tal vez antagónicos, quién sabe si complementarios: embriones y fetos en ciernes, raíces y tallos sin hojas, deidades grecolatinas que también se funden en un beso infinito, moais de la Isla de Pascua, corazones, lobas, mapas genéticos y, a gran velocidad, una serie de metáforas visuales desplegadas en el vértigo. Un único visionado ni siquiera te deja a medias.


La sensación ha sido Arca. El discjockey venezolano afincado en Londres ha firmado uno de los vídeos más espectaculares de 2014. Que la máquina se ponga a crear no implica que la belleza sea la única estación de destino. La máquina también sufre y lo feo se merece un hueco entre los nuevos creadores. Al fin y al cabo, el barroco generó hace siglos un sustrato creativo inagotable. Aquel señor que pintaba burgueses con bombín, a veces sin rostro, otras de espaldas, de apellido Magritte y que jugaba a cambiar significados y significantes,.. ¿qué hubiera pensado de la figura danzante al extraño ritmo de Arca? Distorsión. Dislocación.


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