domingo, 10 de julio de 2016

Danger in the barrio: vuvuzela suelta

Vayamos con tiento al hablar de probaturas. Por aquí se nos suele llenar la boca con lo bien traída que está la experimentación para que la cosa cultural evolucione; ahora bien, sin abusar. En algún lugar de Lisboa, o para ser más exactos en la cercana Amadora, se encuentra el campamento base de Buraka Som Sistema, propuesta excepcional en el arte del exceso. Lo que pasa es que se les fue la mano. Si el objetivo era inventar un baile nuevo, que lo promocionen en los gimnasios, pues no tengo muy claro que el más común de los mortales pueda enfrentarse a semejante desbarre de brazos, piernas y omoplatos.

Buraka Som Sistema arrancaron su andadura en 2006.

Partiendo de la base del kuduro, procedente de Angola y cuyo significado es 'culo duro', el colectivo Buraka Som Sistema lo va mezclando con géneros y bailes de otros rincones del mundo: la soca de Trinidad y Tobago, el banghra del Punjab, la kizomba también angoleña o el zouk de Guadalupe y Martinica, sin olvidar el reguetón o el footwork, fundamentales para destrozarte la cintura...porque para bailar esta "Vuvuzela" es condición indispensable destrozarte las articulaciones. Que digo yo que la mezcla es buena, pero cuando lo juntas todo los sabores se distorsionan y diluyen hasta desaparecer. Como aquellos bocatas de la pubertad en los que tu madre te consentía, como mínimo, cinco embutidos distintos. Y otra cosa: Portugal no se merece estar en la final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario